On October 2, 2011, the Chilean Ministry of Interior (responsible for public order and security), drafted and sent to Congress a piece of legislation that would criminalize occupations of public or privately-owned buildings [es], as well as rioting and damage to public infrastructure.
The law was drafted by Miguel Otero, former Senator of the National Renovation Party (same party as President Sebastian Piñera) and current advisor to the National Chamber of Commerce, at the request of the Ministry of Interior. When asked about what he thought of the 37th public protest by online newspaper El Dinamo, Mr. Otero replied [es]:
Estuve viéndola por televisión y eso prueba de que es urgente que saquemos esta ley. Lo que hay que entender es que nadie puede hacer lo que están haciendo los estudiantes, que están al margen de la ley. ¡Eso no lo puede permitir ningún gobierno!
The proposed law immediately triggered responses from the opposition and civil society, including reactions from the student movement.
Most responses on Twitter express opposition to the law. This was the case of Felipe Carcamo (@carcamofelipe), a senior-year high school student who said [es]:
La #leyantitomas es otra excusa mas supuestamente con un fin de justicia pero solo es para quitarnos mas derechos
Others criticize it because they think it is a form of perpetuating dictatorial policies inherited from the dictatorship of Augusto Pinochet, as university student Javier Vergara (@javiervergarap) wrote [es].
J. Raul Martinez (@jraul_martinez) thinks the legislation shows the level of influence businesses have over policy-making [es]:
impuestos son “suficientes para necesidades del país”, dice el gran comercio… el mismo que mandó listo el proyecto de ley #antitomas
This last point was explored more in depth in blogs, where particular attention was paid to the fact that the legislation appears to have been pushed only after the National Chamber of Commerce requested actions be taken to protect commerce. Daniel Arellano, writing for the blog El Kiosco Bloggero [es], raised several questions [es]:
Y para terminar llama la atención que la idea de este proyecto no fue del Gobierno propiamente tal (aunque lo “amononaron” en estos días), sino que de la Confederación Nacional de Comercio (CNC), en otras palabras de los empresarios. ¿Quien manda entonces en Chile?. ¿El Gobierno o los empresarios?. ¿Habría sido tomado tan en cuenta un proyecto similar […] que fuera presentado por ciudadanos comunes?. Este es un punto que debe ser aclarado prontamente por ambas partes para bien de la transparencia gubernamental. Para terminar, esta alianza Gobierno – Empresarios en temas de seguridad se ve consolidada con la premiación a la CNC, del Ministerio del Interior, por su aporte en materias de seguridad ciudadana. ¿Raro al menos, no creen?.
In Diario30 [es], Raul Valdivia explains why he thinks disruptions of public order are sometimes necessary to bring positive change:
A través de estas acciones “disruptivas” –marchas, paros y diversas formas de protesta- los movimientos despiertan el interés de otros ciudadanos y de los medios de comunicación, que es el primer paso para generar solidaridad y, finalmente, lograr adhesión masiva a sus demandas. Es así […] como los movimientos acumulan fuerza, aumentan su incidencia en la agenda pública […]
He adds:
Pero lo que no se puede permitir es que una nueva ley ahogue esa cuota de disrupción que enriquece la democracia y que en ocasiones es necesaria para impulsar cambios que a la larga son saludables para el país, especialmente cuando se trata de situaciones abiertamente injustas, como lo es la realidad educacional chilena.
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