Puerto Rico's Supreme Court upheld a decision from a lower court that stated that a victim of violence in an adulterous relationship was not protected by Law 54 of Domestic Violence [1] [es]. The basis of the decision [2] (pdf) [es], according to the opinion of judge Erick Kolthoff Caraballo (nominated by the pro-statehood Republican governor Luis Fortuño), is that the law's intention is to protect family unity, and therefore, adulterous relationships are outside the purview of the law. But feminists have responded that the spirit of the law is to protect victims against intimate partner violence.
The feminist coalition Movimiento Amplio de Mujeres de Puerto Rico published in its blog a press release condemning the decision [3][es]:
La Ley 54 se creó para erradicar la violencia en relaciones de pareja y no excluyó las relaciones en las cuales una de las partes está casada con una tercera persona. La sentencia emitida hoy por el Supremo, traiciona la intención de la Ley y envía un mensaje incorrecto y tergiversado sobre la aplicabilidad de la misma.
Law professor and blogger Érika Fontánez Torres expresses her dismay for this decision in her blog Poder, Espacio y Ambiente [4][es] and comments on what she perceives as a step backwards in the fight for equality [5]:
Resulta tan trágico este trato desigual y esta ‘marca’ sobre las mujeres que se hace difícil, por lo insólito, comentar esta opinión. Y es que en algunos asuntos una pensaría que no hay que retomar o re-debatir ciertos temas, aspectos, ideas y entendidos que una creería ya superados, es decir, esos mínimos sobre los que una pensaría que hay un resguardo de consenso.
She adds:
Por eso, no quiero tomar tiempo para comentar a fondo lo que me parece una sentencia vergonzosa de nuestro Tribunal Supremo, una que me avergonzaría francamente de tener que discutir entre mis alumnos, de comentar con seriedad entre mis colegas en Puerto Rico y de tener que hacer alusión a ella entre juristas y académicos del Derecho con quienes tengo contacto fuera del país.
Eugenio Martínez Rodríguez, from the blog Pop Juris published a post [7][es] in which he aims to dispel two conclusions many people are reaching about the decision.
The first conclusion he wants to dispel is that aggressions against adulterous persons will go unpunished (although they will not be protected under Law 54):
Aunque la Ley 54 es el remedio idóneo para trabajar este tipo de agresiones aún existen los artículos 121, 122, y 123 del Código Penal que tipifican la agresión, agresión grave y agresión grave atenuada. La propia opinión de conformidad del juez Erick Kolthoff (a favor de la decisión del Apelativo) también menciona la Ley contra el Acecho en Puerto Rico como otro estatuto que podría utilizarse en defensa de este tipo de víctimas.
Martínez Rodríguez also clarifies that an adulterous victim whose husband is the aggressor (not her/his lover) will still be protected under Law 54:
[…]En otras palabras, si el agresor de la víctima adúltera es su cónyuge, ésta sí tendrá protección de la Ley 54 aún cuando sea infiel. No es lo mismo decir “Supremo no protegería a personas adúlteras” que decir “Supremo deniega protección a personas en relaciones adulterinas”.
In the meantime, the Women's Caucus of the Chamber of Representatives has started taking legislative action [8] [es] to address the consequences of the Supreme Court decision. A new bill will explicitly clarify that the law does protect women from aggressions perpetrated by their adulterous partner. The blog from the Movimiento Amplio de Mujeres [9] [es] praised the legislative action and asks for unequivocal support:
Ya el Caucus de la Mujer hizo su parte para proteger la esencia de la Ley 54 y a las mujeres de nuestra Isla. Ahora le toca al resto de la Legislatura dar paso a su proyecto de ley y clarificar de una vez por todas que la violencia en relaciones de pareja NO es aceptable en nuestra Isla.
*Please read the full text of Law 54 here [10] [es].
*Photo by Libertinus [11] and republished under CC License BY-SA 2.0 [12].